sábado, 15 de abril de 2017

Este no es ateísmo, ni religión...

  Como la mayoría de los venezolanos yo también fui bautizada y recibí el sacramento de la comunión por tradición, también la confirmación. Crecí en una familia totalmente católica pero no practicante, estudié en una escuela técnica católica llamada "Fe y Alegría", estuve allí desde primer grado hasta el tercer año de bachillerato y decidí irme a otro colegio. Cuando estudias en una escuela con una inclinación religiosa definida lógicamente es esta tendencia la que te inculcan, cabe destacar que en todos los "Fe y Alegría" aceptan personas de cualquier religión, no buscan imponer la propia, ya es decisión de las personas si acceden o no a la que se imparte en la institución.
     Particularmente, crecí siendo la típica persona bien portada, siempre llegaba temprano a clases, me formaba para entonar el himno, escuchaba la oración de la mañana, sacaba buenas notas, hacía el rosario cada día que asignaban en el año y así fui, hasta crecer y entrar en bachillerato. 
     Siempre estuve rodeada por personas católicas, para mí no había nada más verdadero que esta religión. Sé que existía la santería, el protestantismo y otras corrientes, pero siempre me sentí atraída por lo que me ofrecía mi entorno. Siempre creí en Dios, en el bien, el mal, el cielo y el infierno, que Jesús murió por nuestros pecados, que si rompes los 10 mandamientos debes arrepentirte y confesarte porque pecaste, entre otras cosas.
     En todas las iglesias hay grupos de apostolados (si han ido a una iglesia pues... son estas agrupaciones en donde está la coral, hay para gente mayor, etc), y yo cuando decidí salir de mi colegio e ingresar en otro decidí entrar en uno, pero uno muy formal, estuve durante tres años por convicción en una asociación privada de fieles laicos católicos.
     Resumiré: siempre me sentí atraída por el canto y a la vez por Dios, porque había muchas cosas que no entendía y pues... en una iglesia cercana a donde vivía antes (la misma donde recibí el sacramento de la comunión y a la que siempre hemos asistido), había (bueno, hay), diversos grupos de canto, pantomima y danza, me uní al de canto, pero aunado a esto debíamos asistir a unas reuniones donde nos formarían en cuanto a diversos aspectos de la fe católica, tenían muchísimas normas para la permanencia e ingreso formal dentro de la asociación y pues como las seguí logré ser miembro formal. En esta asociación todos son hermanos, para esto debes dejar que te conozcan y conocer, claramente, todos deben estar en paz, "amarse los unos a los otros", es como una especie de nueva familia, se reúnen dos días para ensayar y formarse y los domingos para ir a misa. 
     Hace 9 meses decidí salir, por dos razones: la primera, no soy la persona más abierta en cuánto a mi vida personal y éramos un montón de personas, lo ideal es que tuviese buenos lazos afectivos con al  menos una gran parte, pero en lo profundo de mi corazón yo no deseaba (ni deseo) formar lazos afectivos con alguien simplemente porque estamos en la misma asociación, sólo porque estamos en la iglesia. Quiero formar lazos afectivos con personas que de verdad deseo conocer y me desean conocer, gente a la que de verdad le importe, no quiero estar con personas sólo por obligación. 
     La segunda y la que nunca les conté al salir y de la que no he hablado con nadie, es que toda mi vida y más en esos tres años sentí que debía portarme muy bien porque si hacía algo contrario lo que está escrito en la biblia entonces Dios no tendría misericordia conmigo, al morir iría al infierno y quizás suene tonta, pero es la verdad.
     Te dicen que Dios te hace libre, que Dios no es castigador, que siempre es misericordioso pero que tampoco puedes abusar de su misericoridia, que tienes que amar a tus enemigos, que todos son tus hermanos, que esto, que lo otro. Y la verdad es que todas estas ideas me estaban volviendo loca. Pasé tantas noches lamentándome porque no lograba corregir en mí algunas actitudes que "para los ojos de Dios están mal". De convivir con gente con la que realmente no quería. Me costó tanto tomar la decisión de irme, pero fue un compromiso que adquirí libremente y de la misma forma lo podía dejar. 
     Tenía tanto miedo a ser juzgada y suena raro, porque ¿quién te va a juzgar si es una iglesia? Pues es en la iglesia, en los colegios católicos, donde se predica la paz, el amor y la misericordia, donde más abunda el chisme, el odio y el rencor. No los culpo, sé que todos somos humanos, pero esta conducta ha estado aquí tantos años. ¿Hasta cuándo usarán la misma excusa?
     Creo que ha sido la mejor decisión que he tomado en mi vida porque me siento más libre de expresar lo que pienso y lo que siento, me siento más libre de vivir. Y no dejo de creer en Dios, tampoco en el cielo y el infierno, y no es mi fe lo que me hace creer en Dios, yo sólo creo, porque he visto. 
     Si sólo tengo esta única vida, no la viviré cómo alguien o un escrito me enseñe a vivirla sino como yo sienta que es mejor para mí, ya no me sentiré culpable. No me limitaré de hacer cosas porque son "pecado" si  realmente las quiero hacer y lamento decirlo. si en verdad existe el infierno o el cielo, ya luego veremos cómo será la situación, por ahora así viviré, porque en la iglesia se acumulan un montón de planes de acción, de rezos, oraciones, de actos y más. Pero esos planes no se llevan a cabo en su mayoría, es demasiada palabrería, pasan tantos años formándose pero realmente ¿han vivido cómo han querido? No sé si tenga la respuesta correcta, pero hay tanta gente que va a misa y que no entiende nada de lo que allí sucede, hacen visitas sin sentido a la iglesia.
     No quiero ser parte del "pueblo de Dios", no puedo ser parte de él porque no estoy de acuerdo con tantas cosas que la doctrina católica propone y sería una hipócrita si sólo me confieso tantas veces para poder colmugar aunque realmente en lo profundo de mi ser sigue una discrepancia. Prefiero apartarme antes que ser una hipócrita y sentirme culpable porque no puedo amoldarme a las normas de una institución.
     No escribí esto con la intención de que alguien lo leyera, yo solo sentí la necesidad de hacerlo, tenía que hacerlo, no podía seguirlo guardando más y cuando no hay nadie para escuchar, solamente escuchar... La escritura es una buena amiga.
     

2 comentarios :

  1. Hola chama.
    Bueno yo tambien fui criada así (a excepción de los colegios católicos), pero con el tiempo me fui inclinando más por el protestantismo, hace un tiempo (casi un año) estaba asistiendo a un iglesia bautista de mi colegio, todo muy bien, pero últimamente he dudado mucho acerca de mi fe, ya no me siento tan cómoda, pero no quería irme definitivo, ya tengo un poquito más de un mes que no voy, aunque estoy pensando en volver, ha sido un poco confuso para mi. Eres libre de tomar la decisión que quieras y eso lo sabes, no te sientas culpable de querer llevar una vida normal y hacer las cosas que la gente normal hace, muchos saludos <3

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, sí, luego de irme fue que supe que era realmente libre de hacer lo que deseaba y que no tiene que importarme lo que piensen o digan los demás. Sobre tu decisión, creo que ese momento de "¿será que me quedó o me voy?" es lo más frustrante, al menos para mi lo fue porque siempre hay razones para quedarse pero también para irse y uno no sabe si está tomando una buena o mala decisión.
      Creo que de todas maneras no hay un único camino correcto. Sea cual sea la decisión solo hay que asegurarse de que la que tomemos sea la que nos haga sentirnos más felices.
      Saludos y abrazos.

      Eliminar