domingo, 17 de marzo de 2019

Enojarse con los idiotas que siguen vivos cuando quien amas está muerto

Photo by Luis Galvez on Unsplash

     Terminé de leer hace un par de días "Después de ti", la segunda parte de la trilogía "Yo antes de ti" de Jojo Moyes, el primer libro es uno de mis favoritos, este libro es más que todo sobre cómo Lou  continuó su vida después de la pérdida, mi conexión con este no fue tan intensa como con el primer libro, pues considero que a Lou le cuesta mucho desprenderse del fantasma de Will y porque surgen problemas de otras personas en los que ella se involucra demasiado y al principio no se preocupa tanto por su bienestar sino por el nuevo personaje que introducen en la trama y que está vinculado con Will. 

     Como es de costumbre, aquí compartiré todas las frases que me gustaron y en negritas están las favoritas de las que me gustaron. 
     
“¿Imaginé todo esto, Nathan? A veces creo que lo que pasó entre Will y yo lo he hecho mucho más grande en mi cabeza. ¿Cómo he podido amar a alguien tanto en tan poco tiempo? Y todas esas cosas que pienso sobre ambos… ¿lo sentimos realmente como lo recuerdo? Cuanto más nos adentramos en ello, estos seis meses sólo se parecen a este raro… sueño”.

“Esa era una de las cosas que me gustaron sobre Nathan. Que no le importaba el largo silencio que se producía en el teléfono”.

“Con Will nunca tuve que considerar lo que decía: hablar con él era tan fácil como respirar. Ahora era buena en no decir nada sobre mí en absoluto”.

“Dice que tu madre es un clásico ejemplo de amas de casa oprimidas, y que el hecho de que tu madre esté en desacuerdo muestra que tan oprimida está. Está tratando de decirle que yo debería estar cocinando y limpiando y que soy un jodido hombre de las cavernas. Pero si me atrevo a responderle ella sigue diciéndome que 'vigile mi privilegio'. ¡Vigilar mi privilegio! Le dije que estaría feliz de vigilarlo si supiera dónde demonios tu madre lo puso”.

“¿Cómo podía explicarle a esta chica lo que Will y yo éramos el uno para el otro, la manera en que sentía que ninguna otra persona en el mundo me había entendido o me entendería como él lo hacía? ¿Cómo podía entender que perderlo fue como tener un disparo atravesándome, un doloroso, constante recordatorio, una ausencia que nunca podría llenar?”.

“Nadie siente que esté haciendo las cosas bien con los adolescentes”.

“Pero sabía muy bien como la persona que eliges ser en el presente para el mundo puede ser muy distinta a como eres por dentro. Sabía cómo el dolor podía hacer que te comportaras de maneras que no podías comenzar a entender”.

“(…) lo que hacen se queda contigo, incluso si no están vivos, si no respiran más. No es el mismo dolor aplastante que se siente al principio, de esos que te ahogan y te dan ganas de llorar en los lugares equivocados, y enojarte irracionalmente con todos los idiotas que siguen vivos cuando la persona que tú amas está muerta. Es solo algo que se aprende a acomodar. Al igual que la adaptación alrededor de un agujero. No lo sé. Es como si te convirtieras en una rosquilla en lugar de un pan”.

“Creo que echo de menos tener a alguien para hablar de cosas —respondí con cuidado. Hubo un murmullo de aprobación—. Quiero decir, no soy de esas personas que tiene un círculo masivo de amigos. Estuve con mi último novio por años y nosotros… Realmente no salíamos muchos. Y luego estaba… Bill. Nos acostumbramos a hablar todo el tiempo. Acerca de la música y la gente, las cosas que habíamos hecho y queríamos hacer, porque él me ‘tenía’, ¿me explico? Y ahora me mudé a Londres y ahora estoy más o menos por mi cuenta. Aparte de mi familia, y hablar con ellos siempre es… Complicado”.

“Lo más difícil de hablar con un adolescente, según lo que yo había descubierto, era que lo que sea que dijeras inevitablemente te hacía sonar como la tía vieja de alguien en una boda”.

“—No hay razón para pretender que soy algo que no soy”.

“Puedes amar a alguien y también llamarle imbécil por robar unos pantalones de chándal”.

“Pero… a veces, Louisa, nos tenemos que mover de la mejor manera para protegernos a nosotros mismos”.

“—Te extrañé, Louisa Clark.

Quiero decírselo también. Quiero decirle que no sé lo que siento. Lo quiero, pero tengo miedo de quererlo. No quiero que mi felicidad sea totalmente dependiente de otra persona, para ser un rehén cuya fortuna no puedo controlar”.

“Siempre habría un puñado de hombres que, cuando se le preguntaba que entre uno a diez cuánta es la intensidad del dolor, ellos respondían, ‘once’”.

“Sabes, tu padre me dijo algo que nunca he olvidado. No tienes que dejar que una cosa sea lo que te defina”.

“Cuando alguien a quien amamos es arrebatado de nosotros, a menudo sentimos difícil el hacer planes. A veces las personas sienten que han perdido la fe en el futuro, o se convierten en supersticiosas”.
“¿Divorciarse? Soy una buena chica católica, Louisa. Nosotras no nos divorciamos. ¡Simplemente hacemos sufrir a nuestros hombres durante toda la eternidad!”. (Esta frase en realidad me causó mucha gracia, la dice Josie, la mamá de Louisa).

“—No creo que esté lista para una relación seria aún.
—¿Por qué no? ¿Qué otra cosa has estado haciendo? Esos ovarios no irán al congelador, sabes”.

“—¿Por qué tiene que ser algo? Nos divertimos juntos. ¿Por qué no podemos simplemente dejarlo fluir, y no lo sé, ver qué pasa?
—Porque soy humano. ¿De acuerdo? Y es bastante duro estar con alguien que sigue enamorado de un fantasma, sin mencionar que actúas como si estuvieras usándome para tener sexo”.

“—¿Sabes qué tan asfixiante es que alguien te diga que nunca vas a ser capaz de cambiar? ¿Por el resto de tu vida? ¿Por qué nadie más que tú quiere? ¿Sabes lo terrible que es sentirse atrapado?”.

“—Me dijiste que me tomarías en serio si yo tenía mis piernas depiladas. Bueno, aquí está. Lo he hecho.
Mi madre lo miró con incredulidad.
—¿Te depilaste las piernas?
—Lo hice. Y si hubiera tenido alguna idea de lo que es ese dolor, amor, hubiera mantenido mi estúpida boca cerrada. —¿Qué clase de tortura es ésta? ¿Quién demonios piensa que es una buena idea?”.

“—Y lo que aprendemos a través de compartir nuestros recuerdos, nuestras tristezas y nuestras pequeñas victorias con otros es que es normal sentirse triste. Perdidos. O enojados. Está bien sentir toda una serie de cosas que otras personas no entiendan, a menudo durante mucho tiempo. Todo el mundo tiene su propio viaje. No juzgamos”.

lunes, 4 de marzo de 2019

Sálvense a ustedes mismos

Photo by Cynthia Magana on Unsplash

      Frases de "Todos los jóvenes tristes y literarios" de Keith Gessen, a pesar de que no me gustó nada el libro, algunas frases son buenas. A continuación, las que resalto:

"—Le llaman psicodrama —le explicaba Arielle acerca de su terapia —. Le atizas una almohada o a algo acolchado  y haces como que es tu padre, tu hermana o quien sea que te jodió la vida".
"Era lo que había que hacer, lo que siempre hacían los hombres. Prometían y prometían, y cuando resultaba que habían seguido construyendo asentamientos y comprado armas, ponían un gesto de incredulidad y prometían más cosas. ¡Eso es lo que hacían los hombres!".

"Nadie cambia nunca. Las cosas se destruyen  y se crean: las cosas se destruyen y se crean: la gente puede morir, desaparecer de tu vida para siempre, de manera que parece que haya un terrible agujero gaseoso donde antes había personas (...)".

"Ya nadie hablaba con el corazón, decía Binkel, y eso era una vergüenza".

"Yo tenía veinte años. Cuando tienes veinte años, y veintiuno, y veintidós, y veintitrés, y veinticuatro, lo que quieres de la gente es que te hablen de ti. Cuando tienes veinte años, y veintiuno, y veintidós, y veintitrés, contemplas el mundo según como él te contempla a ti. ¿Se ríe la gente cuando haces un chiste? ¿Te besan las mujeres cuando te las cruzas en una fiesta? ¿Es así? Pues ya está, eso es lo que eres. Pero esas personas, se rían o no, te besen o no, también son jóvenes, así que empiezas a pensar, cuando tienes veinte o veintiún años, cuando eres joven, que no te puedes fiar de ellos, de tus contemporáneos, de tus frustrados amigos y novias... que no es por ti mismo por lo que te besaron, sino que lo hicieron por ellos, por algo que les convenía, los muy narcisistas; mientras tú pedías reconocimiento, ¿qué pensaban ellos de ti? No tienes ni idea. Por eso es tan importante conocer a tus héroes cuando eres joven, para que te puedan decir algo".

"Se encontraba muy a gusto hablando por teléfono con Celeste, tanto que no sentía la necesidad de hablar constantemente por miedo al vacío".

"Esa era otra peculiaridad de Syracuse, aparte del hecho de que todo el mundo estaba borracho: todos tenían un bonito apartamento en el que sentirse solos y desdichados".

"Las cosas cambian. Cambian, pero a veces no es fácil entender por qué o en qué han cambiado exactamente".

"Con lo que todos los sentimientos que uno ha dado y recibido, que uno ha sentido en o más hondo del corazón, se acaban convirtiendo, con el paso del tiempo, en polvo".

"No le puedes decir a un adulto que es muy raro. Puedes decirle que está gordito —Sam lo estaba cada vez más—, puedes decirle que está calvo, o que se está quedando calvo, que en el caso de Sam resultaba discutible y propicio a la controversia, pues nadie se ponía de acuerdo al respecto, y puedes decirle que es insensible, distante, gruñón, insistente... pero no raro".

"«No puedes hacer nada con respecto a lo que sientes», le había dicho, excusándose. Pero claro que puedes, claro que puedes. Tienes que querer hacerlo, es todo".

"He conocido a tíos como tú, Mark. Os creéis que las chicas necesitan ser salvadas. Pero no es verdad. Estamos bien como estamos. ¡Salvaos a vosotros mismos!".

"Nos hacemos daño unos a otros. Atravesamos la vida cambiándonos de ropa todo el tiempo u ocultando nuestros auténticos motivos. Nos vemos tranquilamente, bebemos vino rosado y luego nos hacemos la vida imposible. ¡Pero no queremos! Lo que queremos, lo que todos queremos hacer es extender las manos —cual bailarín en trance, simplemente extender las manos—, tocar a toda la gente y decirle: lo siento. Te quiero. Gracias por el e-mail. Gracias por venir a verme. Gracias. Pero no podemos. No podemos. En la pequeña lancha de salvamento de Mark sólo cabe una persona más. ¡Sólo una! Y así es como nuestra frustración engendra dolor. Eso es lo que hacemos. No nos hacemos compañía unos a otros. No nos enviamos simpáticos mensajes de texto. O, más bien, cuando hacemos esas cosas, las hacemos únicamente para posponer el momento en que echaremos a esa gente por la borda y nos pondremos a remar hacia delante, a bordo de nuestra lanchita, más solos que la una".

"NO PUEDES SOMETER A TU PAÍS A SEIS AÑOS DE DESGOBIERNO A CARGO DE FANÁTICOS INCOMPETENTES Y PRETENDER QUE ACABE OLIENDO A ROSAS".

Es todo, sí, soy de resaltar demasiadas frases y el libro ni me gustó tanto, imagínense si me gustara, jaja, coloco en negrita las frases que más me gustaron de las que seleccioné.